Estamos acostumbrados a pensar en el miedo como algo que nos ayuda a identificar el peligro. Si vamos a pedir dulces con nuestros hijos y un espantapájaros andrajoso resulta ser más de lo que parece, gritamos y reímos, el corazón se acelera mientras los vecinos llenan sus bolsas con mini barras de caramelo.

Esta es en parte la respuesta evolutiva de lucha o huida codificada en nuestros propios huesos, pero también es, lo que es más interesante, un reflejo de cómo se nos ha enseñado a pensar y responder a nuestro entorno.

El miedo puede ser una señal de oportunidad

El hecho de que a veces tengamos miedo no significa necesariamente que algo sea intrínsecamente malo.

¿Nunca has tenido miedo de algo bueno? ¿Quizás estabas cerca de alguien a quien admirabas y estabas nervioso por decirle que te gustaba? Esas “mariposas” son la misma respuesta biológica provocada por un esqueleto que hace muecas. El miedo o la ansiedad que enfrentamos en esos momentos sigue siendo el mismo, lo único que cambia es el contexto y la percepción de la sensación.

Entonces, si puedes aprender a ver el miedo como una señal de que algo está cambiando en lugar de una consecuencia directa de ese cambio, te permites empoderarte con tu miedo. O, como dice Ian Robertson, “el estrés puede convertirse en una fuente de energía positiva que puede ayudar a su desempeño“. Si puedes volver a entrenarte para pensar en el miedo como una alerta para el cambio, puedes utilizar el miedo como un superpoder; puede ayudarte a ti y a tu negocio a ser más ágiles y exitosos a largo plazo.

El crecimiento no es cómodo

El cambio te está sucediendo constantemente a ti y a tu alrededor, ya sea que te dés cuenta o no. Lo que significa que, como estado prolongado, la comodidad no existe eternamente. Para una empresa que se encuentra en la cima de su industria, eso significa que si el entorno comienza a cambiar, podrían tener el control de ese cambio y liderar la carga o verse obligados a reaccionar a ese cambio y esperar lo mejor.

La verdad es que, como he escrito antes, el crecimiento no ocurre cuando nos sentimos cómodos.

Cuando estamos en nuestra zona de confort, estamos tratando de mantener artificialmente un estado de equilibrio. Es un lugar feliz donde nos sentimos seguros y protegidos. Pero ese momento es fugaz, y cuanto más intentamos estar cómodos exactamente donde estamos sin cambiar nada, más inadvertidamente retrocedemos. Nos negamos a cambiar o crecer y, al hacerlo, terminamos permitiendo que fuerzas externas cambien las cosas por nosotros.

Seth Godin escribió sobre esto, declarando:

Para cuando… el miedo ceda, será demasiado tarde. Para cuando ya no tengas miedo de lo que estabas planeando comenzar / decir / hacer, alguien más ya lo habrá hecho, ya estará dicho o será irrelevante. La razón por la que tiene miedo es que aquí hay apalancamiento, algo podría suceder. Cuál es exactamente la señal que estás buscando.

Cuando nos ponemos nerviosos porque notamos que algo está cambiando, podemos elegir ver ese cambio como una oportunidad.

Nuestro miedo puede ayudarnos a capitalizar el cambio, si podemos reenfocarlo. Incluso podemos hacernos amigos de él. Si estás listo para comenzar a abordar tu miedo y aprovecharlo, RESERVA UNA CITA HOY de 30 minutos grátis conmigo y te enseño como el coaching puede beneficiar tu negocio.