Las investigaciones muestran que las personas resilientes piensan de manera diferente. Tienen un conjunto de habilidades, a veces aprendidas, otras innatas, que les permiten perseverar, manejar el estrés y triunfar frente a los desafíos. En medio de sus desafíos actuales, ¿en cuál de los cinco rasgos de las personas resilientes es el momento de apoyarse?

1. Son auténticos.

Las personas resilientes están en paz con su humanidad. Tal vez sea porque sus errores a lo largo del camino los han humillado, o las experiencias de la vida los han ayudado a aceptar su propia vulnerabilidad, pero las personas resilientes no permiten que las imperfecciones los obstaculicen. No creen que fallar los convierta en un fracaso. Aprenden sobre la marcha, haciendo correcciones de rumbo que los llevan a resultados positivos.

Como líder, tu capacidad para afrontar desafíos y liderar de manera eficaz en un entorno incierto puede diferenciarte e influir positivamente en los a quien lideras. Tu equipo busca las pistas sobre cómo responder en estos tiempos cambiantes. Las organizaciones que prosperan con el cambio son aquellas que tienen un alto capital psicológico: una fuerza laboral que tiene la capacidad de recuperación para ver el panorama general, adoptar una nueva visión y trabajar juntos para perseverar hacia éllo.
2. Son pensadores flexibles.

Incluso si inicialmente luchan con pensamientos negativos, las personas resilientes son lo suficientemente conscientes de sí mismas como para darse cuenta cuando sus pensamientos son contraproducentes. No sacan conclusiones precipitadas ni hacen suposiciones. En cambio, recopilan los hechos que necesitan para sortear los obstáculos y enfrentar los desafíos de frente. Si algo no funciona, hacen ajustes. Encuentran aspectos del desafío que están bajo su control y ejercen ese control.
3. Son (en su mayoría) optimistas.

Es difícil recuperarse de los contratiempos cuando ves cada obstáculo como el fin del mundo. Las investigaciones muestran que los optimistas viven hasta nueve años más que los pesimistas. Pero no se trata solo de pensamiento positivo. Las personas resilientes ven riesgos y toman precauciones para prevenir problemas. Cuando se enfrentan a un desafío, es más probable que digan: “Puedo superar esto”.
4. No estan solos.

Las personas resilientes no lo hacen solas. Tienen amigos cercanos y no son demasiado orgullosos para pedir ayuda cuando la necesitan, hablar sobre problemas o ayudar a otros que la necesitan. Cuando te enfrentas a una situación estresante, el simple hecho de saber que tienes apoyo puede aliviar la presión.

5. Utilizan sus puntos fuertes.

Todos tenemos talentos y fortalezas innatos. Cuando te enfrentas a un desafío, hay poder en aprovechar esas fortalezas, las cosas que te surgen naturalmente. Se necesita menos energía para usar tus fortalezas y, de hecho, te energizan. Sepas cuáles son tus puntos fuertes y utilízalos.

Entrena a ti mismo

De los cinco rasgos clave de resiliencia, ¿cuál posees en abundancia? ¿Cuál es un ejemplo de un momento en el que usaste este rasgo?

En tu mayor desafío actual, ¿cómo podrías aplicar al menos estos rasgos de resiliencia para aliviar parte de tu estrés y afrontar mejor el desafío?

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