Existe una diferencia entre un movimiento y una promoción.

Una promoción comienza grande pero se desvanece rápidamente.

Un movimiento comienza pequeño pero eventualmente se construye.

Como líderes, deberíamos centrarnos en los movimientos: construir algo que perdure en el tiempo.

Muchas organizaciones gastan más energía en promover eventos y productos en lugar de reforzar la visión.

Claro, las promociones tienen su lugar. El problema es que compiten con el idioma de la organización.

Una promoción requiere volumen.

Un movimiento requiere visión.

Piénsalo de esta manera. Tu organización tiene un número finito de palabras para comunicar a las personas a las que sirve y a los miembros del equipo.

Puede que no estes de acuerdo porque podemos hacer publicaciones en cualquier momento en las redes sociales y hablar todo el tiempo. Sin embargo, con el tiempo, todas esas palabras compiten contra sí mismas, y lo que realmente necesita ser comunicado se pierde.

Las organizaciones que entienden el poder del lenguaje y la visión entienden que menos es más y que la coherencia es la clave.

Si deseas crear un movimiento, debes rodearlo de una visión convincente.

Una visión convincente requiere el lenguaje adecuado. Y una vez que tengas el idioma correcto, debes hacer algo que a menudo se pasa por alto o se olvida.

Quedarse. Sobre. Mensaje.

El error de visión más común que veo una vez que las organizaciones tienen el lenguaje correcto es que se desvían del mensaje.

Hay muchas razones para esto. Creemos que lo hemos dicho lo suficiente y que todos lo han escuchado (gran error). Nos aburrimos con el mismo mensaje. O no estamos seguros de cómo mantener fresca la visión.

Lo entiendo. De hecho, déjame darte un ejemplo. Cuando un amigo mio trabajaba en el departamento de marketing corporativo de Chick-fil-A, una de sus funciones era trabajar con los operadores del área de Atlanta en el mercado local de la empresa. La campaña “Come más pollo” había estado en marcha durante algunos años en este momento y los operadores hicieron una buena pregunta. “¿Cuánto tiempo más nos vamos a quedar con Come más pollo?”

Decidieron investigar un poco con la esperanza de descubrir cuán profundamente había resonado este mensaje en el mercado de Atlanta. Imagínate la sorpresa cuando descubrieron que la mayoría de los habitantes de Atlanta ni siquiera habían oído hablar de él. Como resultado, decidieron mantenerse en el mensaje.

Esto ilustra una de las responsabilidades laborales más importantes que tenemos: los líderes son repetidores.

Debemos comunicar la visión una y otra y otra y otra vez. Y cuando creas que lo has dicho lo suficiente, dílo de nuevo.

La visión que rara vez se repite se olvida rápidamente.

El otro error es que la visión suele ser comunicada por una o dos personas. Cuando esto sucede, suele ser un indicador de que el idioma no es portátil. La visión se atasca cuando tres o cuatro personas más adelante en una organización no pueden articularla claramente con otra persona. La visión debe ser portátil y memorable.

Una forma de llegar allí es simplemente hacer la pregunta: “¿Para qué queremos que se nos conozca?”

Escondidos dentro de esta pregunta está tu visión y lenguaje.

Pero una vez que tienes el idioma, tienes que repetir la visión.

Un error común de muchas organizaciones es que dejan de repetir y reforzar el mensaje. Como resultado, se convierte en una promoción en lugar de un movimiento.

Por eso es útil hacer un inventario de visión de cuatro pasos.

1. Mira a tu alrededor como si fueras un extraño caminando por tus instalaciones y visitando tu sitio web. Escribe los 3 mensajes principales que ves. Luego, pídales a algunas personas que hagan lo mismo y fíjate si lo que ven coincide con lo que escribiste.

2. Pregunta al equipo: “¿Cómo comunicaría nuestra visión si alguien le preguntara sobre nuestra organización en el supermercado?”

3. Lee y / o mira tus mensajes, correos electrónicos y publicaciones en las redes sociales sobre la organización. ¿Cuál es tu tema dominante? ¿Con qué regularidad te mantienes en el mensaje?

4. Por último, escriba esta pregunta y revísela a diario: “¿Qué hice HOY para proyectar una visión para nuestra organización?”

Y no olvides:

Una promoción requiere volumen.

Un movimiento requiere visión. Si deseas que tu visión se mantenga, debes ceñirte a la visión.

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