+34 665 141 141

micheledisei@gmail.com

Compare Listings

El perfeccionismo te está ayudando a fallar, es hora de combatirlo

El perfeccionismo te está ayudando a fallar, es hora de combatirlo

“El esfuerzo saludable se centra en uno mismo:” ¿Cómo puedo mejorar? ” El perfeccionismo se centra en los demás: “¿Qué pensarán?”

 – Brené Brown, Los dones de la imperfección

 

Tenemos una relación de amor-odio con el perfeccionismo.

Para muchas personas, ser perfeccionista significa tener confianza, concentración y decisión. La verdad suele ser lo contrario. Por un lado, nos jactamos de que el perfeccionismo nos motiva a trabajar más horas y a mantener un enfoque similar al del láser. Por otro lado, usamos “perfeccionista” como un insulto para alguien que es rígido y establece estándares poco realistas para sí mismo y para los demás.

El perfeccionismo puede crear problemas. La Harvard Business Review analizó noventa y cinco estudios sobre la relación entre el perfeccionismo y los factores que afectan la eficacia de los empleados. Descubrieron que, aunque el perfeccionismo siempre va de la mano con algunos buenos hábitos de trabajo, también conlleva problemas como ansiedad, depresión, estrés y agotamiento. Para la mayoría de los perfeccionistas, el éxito es un juego de suma cero. Tienes una oportunidad para hacer algo bien y si fallas, habrás fallado por completo.

El perfeccionismo te detiene


Cuando juzgamos todo lo que hacemos como perfecto o como un fracaso irreparable, nos preparamos para una constante decepción que nos impide perseguir las metas. El perfeccionismo nos hace reacios al riesgo. Nos mantiene preocupados por cada detalle y obsesionados con mantener una imagen de éxito. Nuestra energía debe gastarse en convertirnos en las mejores versiones de nosotros mismos, con errores y todo, pero el perfeccionismo gasta nuestra energía en producir la mejor apariencia exterior.

La vida es larga y no hay mucho que podamos hacer bien cada vez, y mucho menos la primera vez que lo intentamos. Para crecer, tenemos que sentirnos cómodos con el fracaso y aprender a aprovechar las pequeñas y consistentes victorias. Si el perfeccionismo te impide hacer lo que más importa porque tienes miedo de fallar, es hora de reemplazarlo con nuevas formas de pensar.

Deja que la gente vea tus errores


La apariencia de éxito no significa que alguien tenga éxito. Cuando solo nos enfocamos en asegurarnos de que la gente piense que lo estamos haciendo bien, terminamos definiendo el éxito según sus estándares, no los nuestros.

La próxima vez que estableces un gran objetivo o intentas formar un nuevo hábito, recluta a las personas que te rodean como equipo de apoyo. Seguramente te verán fallar al menos una vez, pero si eliges a las personas adecuadas, obtendrás apoyo y aliento, no juicio. Además, cuando logres tus metas, te respetarán aún más porque no te rendiste a la primera señal de adversidad.

Esfuérzate por ser lo mejor posible, no solo para evitar que las cosas salgan mal


Para lograr resultados extraordinarios debes adoptar una estrategia y un esfuerzo extraordinarios. El camino del dominio es de por vida y no todo lo que hagamos será un éxito inmediato. A veces, las cosas que intentamos no tendrán éxito en absoluto, y cuando eso suceda, debemos verlo como una lección o una oportunidad para desarrollar la resiliencia a través de la resolución de problemas.

No tengas miedo de pensar en grande acerca de tus objetivos y de ir en pequeño para lograrlos. Existe un riesgo inherente en perseguir una meta que cambiará tu vida, pero si construyes una base de hábitos consistentes que te acerquen a esa meta, puedes combatir tu miedo al fracaso en los escenarios del día a día. Cuanto más resistente seas tu en tus hábitos, más probabilidades tendrás de tener éxito cuando hay mucho en juego.

No mires todos los detalles por igual


Ya sea que estemos realizando una cirugía o limpiando nuestra bandeja de entrada, debemos poder priorizar lo que recibe toda nuestra atención y lo que no. El perfeccionismo puede hacernos pensar que todas las cosas importan por igual en todo momento, pero no es así. El éxito no significa vigilar todo de cerca. Significa priorizar la ÚNICA cosa que hará que todo lo demás sea más fácil o innecesario.

Si te obsesionas con las pequeñas tareas diarias, incluso las que no contribuyen a tus objetivos, comienza por bloquear el tiempo. Dedica ciertos momentos durante el día para concentrarte solo en la meta que más importa para tu éxito. Si simplemente hay demasiadas cosas en tu calendario para dedicar tiempo a lo más importante, acuda a un compañero de trabajo, amigo o familiar de confianza y descubra cómo delegar o retirarte de las cosas que no mejoran para ti o tu carrera. .

El perfeccionismo es un arma de doble filo que a veces puede producir grandes resultados, pero con mayor frecuencia produce personas cohibidas que están más preocupadas por lo que los demás piensan de ellos que por su propio éxito. No dejes que el perfeccionismo te impida alcanzar tus metas. Construye una comunidad que te apoye tanto en el éxito como en el fracaso, y concéntrate en los pequeños hábitos que te enseñarán la capacidad de recuperación que necesitas para lograr grandes cosas.

Recuerda que aquí me tienes para lo que necesites y te invito a RESERVAR UNA CITA de 30 minutos de coaching grátis conmigo para que te puedo enseñar como el coaching puede beneficiar tu vida personal y profesional.

 

Comparte! Share!

Facebook Comments

img

micheledisei

Publicaciones relacionadas:

“Levanta” tu límite

En algún lugar hoy en día, un joven está trabajando duro en su escritorio, con la esperanza de...

Continuar leyendo
Por micheledisei

¿Qué haces cuando tu sueño es más grande que tú?

Hace poco te hablé sobre reescribir tu historia en una de importancia. Es posible que hayas...

Continuar leyendo
Por micheledisei

Cómo hacer más en menos tiempo: propósito, prioridades y prácticas

Al volar para visitar a la familia durante las vacaciones, los pasajeros de aerolíneas de todo el...

Continuar leyendo
Por micheledisei
Escríbenos