Aunque todavía es pronto para hablar de cambios de tendencia en cuanto a precios, lo que sí que podemos afirmar es que las necesidades habitacionales de la población han cambiado tras el confinamiento.

Estos cambios, además de haber tenido su impacto en la vivienda habitual, también han modificado los requisitos demandados en las segundas residencias en La Costa del Sol.

Además de sol y playa, los nuevos compradores de viviendas vacacionales reclaman otra serie de características que nunca antes se habían planteado para esta tipología de inmuebles.

Apartamentos en la playa con despacho

Tradicionalmente, las segundas residencias en La Costa del Sol, solían consistir en pequeños apartamentos de 50-60m2, con una o dos habitaciones y cercanos a la playa. La gente no necesitaba más para ir a pasar una quincena o un mes de desconexión a su vivienda vacacional.

Ahora, la perspectiva sobre las segundas residencias en La Costa del Sol ha cambiado, provocando que nuestro tiempo de permanencia en ellas aumente.

Por un lado, esto se debe a la instauración del teletrabajo. Ahora, ya no es imprescindible acudir a la oficina para poder lidiar con los quehaceres de nuestro día a día. Tras el confinamiento, buena parte de nosotros hemos podido comprobar que sacar adelante nuestro trabajo es posible independientemente del lugar en el que nos encontremos. Solo hace falta un ordenador, conexión a Internet y un teléfono móvil.

Esta mayor incidencia del teletrabajo, provocará que muchas personas vean posible pasar periodos de tiempo más largos en su segunda residencia, necesitando para ello adaptar un despacho o un lugar de trabajo independiente.

Por otro lado, las restricciones de movimiento y el miedo, provocarán que muchas personas prefieran invertir en una segunda residencia en la costa donde pasar sus vacaciones de manera ‘segura’, en vez de viajar a distintos lugares diferentes.

Viviendas perfectamente amuebladas

El mayor tiempo de permanencia en nuestras segundas residencias, nos llevará a invertir más dinero y recursos en mobiliario. Antes, como el periodo que pasábamos en ellas era menor, utilizábamos la técnica del todo vale: muebles reciclados de la vivienda habitual, donaciones familiares, mobiliario de segunda mano…

Ahora que vamos a pasar más tiempo en ellas, buscaremos muebles y materiales de primera calidad y una decoración acorde al tipo de vivienda en la que nos encontremos.

Por ejemplo, para segundas residencias en la costa, recomendamos una decoración marinera en tonos blancos y azules y materiales naturales como ratán, mimbre o macramé.

En segundas residencias en el campo, primarán los notos neutros combinados con la calidez de la madera y la piedra.

Extras de lujo

A pesar de que las demandas han cambiado, algo que no variará en cuanto a requisitos demandados en las segundas residencias en La Costa del Sol, será la existencia de zonas exteriores, piscina, balcones y demás extras que nos permitan desconectar del día a día y poder disfrutar de una estancia agradable sin necesidad de movernos de nuestra casa.

En nuestro post Cómo serán las viviendas más demandadas tras el confinamiento, ya exponíamos estos nuevos requisitos para las viviendas habituales. Ahora, nos atrevemos a afirmar que estas características serán también algunas de las más valoradas para las viviendas vacacionales.

Materiales eficientes y seguros

Ahora que pasaremos más tiempo en nuestro segundo hogar, la eficiencia energética será otro de los puntos clave para poder experimentar un ahorro a medio-largo plazo.

El uso de electrodomésticos de bajo consumo, el aislamiento térmico y acústico y el empleo de sistemas domóticos que nos brinden una vida más cómoda y segura, serán algunos de los elementos más valorados por los nuevos compradores.

También se valorará mucho el empleo de materiales de construcción naturales, libres y tóxicos y respetuosos con el medio ambiente.

Cómo elegir mi segunda residencia en la costa

*Cómo habéis podido comprobar, las segundas residencias en La Costa del Sol han dejado de ser simplemente un lugar de recreo para convertirse en un lugar en el que cada vez pasar periodos de tiempo más largos.

Tanto si quieres comprar un inmueble vacacional en la costa para disfrute personal, como si quieres invertir en una vivienda para rentabilizarla por medio del alquiler, es importante que te pongas en manos de profesionales.

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