¿Quién merece el crédito por sus éxitos? Si dijiste “YO”, es posible que tengas razón en su mayor parte. Todos debemos tomar nuestras propias decisiones y cosechar los resultados de esas decisiones. Sin embargo, digo que en su mayor parte tienes razón porque nadie tiene éxito en el vacío. Creo que todas las personas exitosas tienen una deuda de gratitud con los demás. Y solos, solo podemos tener un impacto muy limitado en el mundo. Como he escrito antes, uno es un número demasiado pequeño para alcanzar la grandeza.

¡NO HAY HOMBRE IMPRESCINDIBLE!

Si quieres llegar lejos, ¿qué debes hacer? ¡Pararse en los hombros de los gigantes! Así es cómo:

1. Apoyarse en las lecciones de la historia.
Norman Cousins ​​escribe: “La historia es un vasto sistema de alerta temprana”. A lo largo de los siglos de la historia humana, mucho se ha registrado de los éxitos y fracasos de los demás. Cuando elegimos estudiar historia, aprovechamos sus lecciones y tenemos la oportunidad de evitar algunos de sus errores.

2. Apoyarse en las lecciones de los demás.
A lo largo de mi vida, desde que era muy joven, he adoptado la costumbre de pasar tiempo con las personas que me preceden en el viaje. Observa y haz preguntas a las personas que respetas y obtendrás lecciones increíbles que puedes aplicar a tu propia vida.

3. Apóyate en las lecciones de la experiencia.
Cuando aprendes primero de los demás, adquieres habilidades para evaluar la experiencia a fin de crecer. A menudo he dicho que la experiencia no es la mejor maestra; la experiencia evaluada es. Usa lo que aprendes de la experiencia de otros para evaluar la tuya y llegarás más lejos y más rápido de lo que hubieras hecho de otra manera.

Cuando reconoces que tu éxito proviene, al menos en parte, de pararse sobre los hombros de los demás, te sientes humilde. Te das cuenta de que no estás aislado o indispensable.

Todos necesitamos de otras personas. Cuando estás abierto a aprender de los demás, te preparas para el tipo de éxito que puede conducir a la importancia.

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