En un discurso en 1933, el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, dirigiéndose a una nación sumida en una Depresión y al borde de una guerra mundial, declaró: “Lo único que debemos temer es el miedo mismo”. Durante el primer siglo d.C., Epicteto dijo: “No es la muerte o el dolor lo que debe temerse, sino el miedo al dolor o la muerte”. Y en la década de 1600, Francis Bacon comentó que “Nada es terrible excepto el miedo mismo”.

El miedo es universal. Cruza todas las fronteras de raza, cultura, religión y generación. Todos sentimos miedo. Entonces, ¿por qué algunas personas parecen intrépidas y luchan contra enemigos ante los que otros se acobardan? Porque reconocen que el mayor enemigo al que se enfrentan es el propio miedo. La primera batalla que enfrenta todo héroe es contra el miedo y sus armas de destrucción.

Entonces, ¿cómo debemos lidiar con el miedo? Evitarlo nunca hace que desaparezca realmente; o nos paralizamos o nos derrotamos. La búsqueda frenética de una solución rápida generalmente solo resulta en un esfuerzo desenfocado y desperdiciado.

La única forma de lidiar con el miedo es enfrentándolo y superándolo. Dale Carnegie lo explicó de esta manera: “La inacción engendra duda y miedo. Acción genera confianza y coraje. Si quieres conquistar el miedo, no te quedes sentado en casa pensando en ello. Anda y busca algo qué hacer.”

Aquí hay nueve acciones que puedes tomar para enfrentar y superar el miedo:

1. Descubre la base del miedo

El hecho es que la mayoría de los miedos no se basan en hechos. Gran parte de lo que tememos se basa en un sentimiento. De acuerdo con un viejo dicho, “El miedo y la preocupación son intereses pagados por adelantado sobre algo que tal vez nunca tengas”. Y Aristóteles explicó: “El miedo es el dolor que surge de la anticipación del mal”.

Cuando reconoces que la mayoría del miedo es infundado, puedes comenzar a liberarte de su poder. El general estadounidense George Patton entendió esto. Él dijo: “Aprendí muy temprano en la vida a no aceptar el consejo de mis temores”. El empresario Allen Neuharth vio que sus peores temores se hacían realidad, solo para darse cuenta de que no eran tan grandes como había imaginado: “Dejé de tener miedo cuando fracasó mi primera empresa y el cielo no se cayó”.

2. Admite tus miedos

Uno de nuestros conceptos erróneos más grandes es que el coraje es igual a la falta de miedo. En realidad, lo contrario es cierto. Mark Twain explicó: “El valor es la resistencia al miedo, el dominio del miedo, no la ausencia del miedo”. Al admitir nuestro miedo, podemos desafiar su exactitud.

Así es como lo enfrentó el general Patton: “El momento de tomar consejo de tus miedos es antes de tomar una decisión de batalla importante”, dijo. “¡Ese es el momento de escuchar todos los miedos que puedas imaginar! Cuando haya recopilado todos los hechos y temores y haya tomado su decisión, apague todos sus temores y ¡adelante!”.

3. Aceptar la fragilidad y brevedad de la vida

A veces, nuestros mayores temores se basan en la realidad. Por ejemplo, todos vamos a morir alguna vez. No se puede negar eso. Asimismo, la vida a menudo será dura y dolorosa. Esas cosas están completamente fuera de nuestro control. Al aceptar su realidad, podemos centrarnos en las cosas que realmente podemos controlar.

Me encanta lo que escribió Gertrude Stein sobre el miedo: “Teniendo en cuenta lo peligroso que es todo, nada es realmente aterrador”.

4. Acepta el miedo como el precio del progreso

“Mientras siga avanzando en el mundo”, dijo Susan Jeffers, “mientras siga ampliando mis capacidades, mientras siga asumiendo riesgos para hacer realidad mis sueños, experimentaré miedo .”

Para hacer algo de valor, tenemos que tomar riesgos. Y con el riesgo viene el miedo. Si lo aceptamos como el precio del progreso, entonces podemos tomar los riesgos apropiados que produzcan una gran recompensa.

5. Desarrolla un deseo ardiente que supere el miedo

A veces, la mejor manera de combatir el miedo es enfocarnos en nuestra razón para enfrentarlo. ¿Es nuestro objetivo más grande que el miedo? El bombero corre hacia el edificio en llamas no porque no tenga miedo, sino porque tiene una vocación que es más importante que el miedo.

6. Concéntrate en lo que puedes controlar

No podemos controlar la duración de nuestras vidas; no podemos controlar muchas de las circunstancias que enfrentamos. Aceptar esos hechos nos permite centrarnos en lo que podemos controlar. Como dijo el entrenador de baloncesto estadounidense John Wooden: “No dejes que lo que no puedes hacer interfiera con lo que puedes hacer”.

Como líder, a menudo tengo que lidiar con las actitudes y acciones equivocadas de las personas que me siguen. Entonces, hace mucho tiempo, decidí que:
Puedo controlar mi actitud, pero no las acciones de los demás.
Puedo controlar mi calendario, pero no las circunstancias de los demás.
Y no es lo que me pasa, sino lo que pasa en mí.

7. Concéntrate en el hoy

El miedo trata de hacernos mirar todos nuestros problemas a la vez: los de ayer, hoy y mañana. Para ser valiente, debes concentrarte solo en el hoy. ¿Por qué? Porque es lo único sobre lo que tienes control.

Me encanta lo que un hombre sabio dijo una vez sobre un transatlántico: si un transatlántico pudiera pensar y sentir, nunca abandonaría su muelle; tendría miedo de las miles de enormes olas que encontraría. Temería todos sus peligros a la vez, aunque tuviera que enfrentarlos solo una ola a la vez.

Al concentrarnos solo en lo que está justo frente a nosotros, podemos manejar un riesgo tremendo porque sabemos que solo tendremos que enfrentarlo una ola a la vez.

8. Pon algunas victorias en tu haber

Así como el miedo tiende a engendrar más miedo, el coraje lleva a más coraje. Según Eleanor Roosevelt, esposa de Franklin Delano Roosevelt, “ganas fuerza, coraje y confianza en cada experiencia en la que realmente te detienes a mirar el miedo a la cara. Eres capaz de decirte a ti mismo: ‘Viví este horror. Puedo tomar lo siguiente que se presente’. Debes hacer lo que crees que no puedes hacer”.

Cuanto más enfrentamos nuestros miedos, más capaces comenzamos a sentirnos y más miedos estamos dispuestos a enfrentar.

9. Hazlo ahora

A menudo, todo lo que se necesita para conquistar un miedo es cambiar nuestro enfoque y probar algunas de las sugerencias anteriores. A medida que nos damos cuenta de lo que es verdad y nos enfocamos en lo que podemos controlar, el miedo se desvanece y se debilita naturalmente. Pero hay otros momentos, cuando ninguna cantidad de pensamiento puede superar el miedo. De hecho, cuanto más pensamos en esas situaciones, más temerosos nos volvemos. Entonces, la única solución es la acción.

Como dijo W. Clement Stone: “Cuando el pensamiento no cura el miedo, la acción sí”.

Es la persona sabia la que acepta que el miedo es una parte muy real de la vida, y debe ser enfrentado y superado con valentía. Al actuar frente al miedo, él o ella logra resultados y se vuelve más valiente.

Otro presidente estadounidense, Harry S. Truman, lo dijo así: “El peor peligro al que nos enfrentamos es el peligro de quedarnos paralizados por las dudas y los miedos. Este peligro es provocado por aquellos que abandonan la fe y se burlan de la esperanza. Lo provocan aquellos que propagan el cinismo y la desconfianza y tratan de cegarnos ante nuestra gran oportunidad de hacer el bien a toda la humanidad”.